Es más que habitual que al empezar nuestro proyecto empresarial, también con él empecemos a tener que enfrentarnos por primera vez a situaciones en las que tenemos que hablar en público. Ya sea para presentar nuestra idea a posibles inversores, ya sea porque estamos en un evento de networking o porque nuestra misma idea de negocio supone que tenemos que hablar frente a un auditorio. No son pocas las personas que al verse frente a una de estas situaciones, entran en un estado que puede ir desde los nervios controlables hasta el miedo más atávico y difícil de controlar. Hablar en público es una habilidad social imprescindible en nuestros días y que debe ser parte de nuestras competencias como emprendedores. A hablar en público se aprende, esa es la primera lección que debemos tener en mente. Conozco múltiples casos en que la persona tiene una buena dialéctica y lo que se llama “don de palabra” en las relaciones interpersonales, pero que delante de un público más amplio se paraliza y no es capaz de articular un buen discurso sin pasarlo mal.
Es por esto que hoy traemos 10 tips que pueden serte de utilidad a la hora de afrontar cualquier evento en el que tengas que hablar en público.
- Prepárate el contenido: Si conoces bien el tema, has indagado a fondo y estás seguro de que aquello que dices es cierto y contrastable, conseguirás tener una mayor sensación de seguridad. Nunca te pongas delante de un auditorio sin realmente saber de qué estás hablando.
- Diseña bien el guión: Es necesario que te prepares un buen guión, de forma esquemática, a través de pequeñas tarjetas, como te sea más cómodo, pero asegúrate de que vas a decir aquello que quieres decir. El guión no debe ser una redacción ni debe contener demasiado texto, lo que importa es que pueda guiarte en tu discurso y por ello ha de ser más visual que descriptivo.
- Ensaya, ensaya, ensaya…: Practica una y otra vez y hazlo delante de otras personas que te puedan ayudar a mejorar tus errores y a decirte qué partes te salen mejor. Hazlo con alguien de confianza y, aunque muy probablemente, os riáis y os cueste hacerlo al principio nada es de más utilidad que multiplicar las veces que se ensaya un discurso.
- Arma especialmente bien las puntas de la presentación: Es decir, prepara concienzudamente el inicio y el fin de tu discurso, será aquello que más recordarán y el inicio será aquello que enganche al auditorio para que esté atento.
- Tómatelo con humor: Dos puntos sobre esto. Es importante que tu discurso tenga algunas dosis de humor (dentro del sentido común, sin caer en nada chabacano y sin excederte demasiado), ya que el humor es un gran lubricante social, hará que tu auditorio esté más atento y te hará sentir más a gusto. Por otro lado, tómatelo con humor si te equivocas, si te notas demasiado nervioso o cualquier otra circunstancia no prevista. Si tú no le das importancia, los que te escuchan tampoco lo harán.
- Relájate: Antes de empezar es importante que te encuentres en las mejores condiciones posibles y eso incluye estar relajado. Dos consejos ante esto. Haz ejercicios de respiración y coge una postura corporal de poder. Amy Cudy explica la fuerza que tiene nuestra postura en la visión que tenemos de nosotros mismos. No os perdáis este video.
- Utiliza apoyos visuales y medios técnicos: Una imagen vale más que mil palabras y utilizar presentaciones eficaces te servirá para dotar a tu discurso de más fuerza y poder recordatorio. Un simple power point o un más estimulante prezi, te pueden ser de gran ayuda. Eso sí, no tengas la tentación de leer la presentación o aburrirás muy pronto a tu auditorio.
- Piensa más en el auditorio que en ti: Antes de realizar tu discurso, piensa en quién vas a tener delante y transmíteles de tal manera que lo entienda y lo disfruten. Cuando hablas en público, notar que te están escuchando y que están disfrutando con lo que dices es el modo más eficaz de encontrar la tranquilidad. Trabaja para que esto sea así.
- Directo al objetivo: Una cosa es contar anécdotas y otra muy diferente es irse por los cerros de Úbeda y terminar hablando de algo que nadie ha ido a escuchar. Tu discurso tiene que tener un objetivo y lo que cuentes, necesariamente ha de ir encaminado a ponerlo en valor. No aburras a quien ha decidido darte tiempo para escucharte.
- Sé tú mismo: Cuando vayas a hablar en público, no tengas la tentación de ser quien no eres ni pretender aparentar una imagen que no sea la tuya. Tu auditorio quiere verte a ti y lo que tienes que hacer es adaptar tu discurso hasta que te encuentres cómodo transmitiendo aquello que sabes.