Ahora que andamos todo el día con la importancia de las TIC´s, la web semántica, las redes sociales y lo que genera internet es importante no olvidar que detrás de todo esto, lo que existen son personas, que se comunican y que las empresas han de comunicarse con ellos. Aunque existe en teoría una voluntad de conexión en las empresas, da la impresión que ante tanta interacción, en muchas ocasiones, se esconde sólo un deseo por vender que no ayuda a conocer al cliente, ya que de nada sirve dar un espacio a nuestro cliente, si luego no adaptamos nuestra realidad de negocio a él. Es por ello que recuperamos el manifiesto Cluetrain, como un espacio en el que se muestra que internet, personas y empresa, no sólo no están reñidos, sino que su afinidad está muy bien avenida. Este manifiesto, que data de 1999 y que lo tenemos traducido al castellano desde 2008, pone las bases de la comunicación en internet tal y como la entendemos dentro del entorno de la web 2.0. Hoy queríamos recuperar algunas de los enunciados que más nos gustan y que pese a la fugacidad de las palabras en estos días, siguen siendo válidas y aplicables a la práctica. Estos, son sólo unos cuantos de los 95 puntos del manifiesto, que no por ser un clásico de la comunicación web es obsoleto. Sus conclusiones nos hablan sobre todo de los riesgos que corremos si nos olvidamos de la parte fundamental de un proyecto, el cliente, y es por ello que no está de más recordarlos:

Los mercados son conversaciones.
Hoy en día, las empresas que hablan el lenguaje del charlatán ya no logran captar la atención de nadie.

Las empresas ahora pueden comunicarse con sus mercados directamente. Esta podría ser su última oportunidad si la desperdician.

Tener sentido de humor no significa poner chistes en el web corporativo. Requiere tener valores: un poco de humildad, honestidad y un punto de vista sincero.

Ya lo dijo Elvis Presley: “No podemos seguir juntos si sospechamos mutuamente.»

Las empresas inteligentes harán lo que sea necesario para lograr que lo inevitable suceda cuanto antes.

Como mercados y como trabajadores, nos preguntamos ¿por qué no escuchas? Pareciera que hablas un idioma distinto.

¿Quieres que pongamos nuestro dinero? Nosotros queremos que pongas atención.

Nos preocupan cosas más importantes que si vas a cambiar a tiempo para hacer negocio con nosotros. El negocio es sólo una parte de nuestras vidas. Parece ser todo en la tuya. Piénsalo bien: ¿quién necesita a quién?

Estamos despertando y conectándonos. Estamos observando. Pero no estamos esperando.

Al final, se trata de conclusiones sencillas que nos deben llevar a reaccionar, que suele ser la parte más complicada de la acción. Empatía, escucha, comunicación y verdadera preocupación por satisfacer a nuestro cliente.

En Resolving te ayudamos a desarrollar tu idea, a realizar tu proyecto de negocio, a conectar con tus clientes y a ayudarte a desarrollar aquello que te impide avanzar.