En Resolving nos dedicamos a formar a personas adultas de forma constante desde nuestros inicios y siempre procuramos que estas sean motivadoras, amenas y prácticas. De estos tres aspectos, ayudar en la motivación del alumno se convierte en una prioridad, ya que es de esto de lo que dependerá no sólo la adquisición de conocimientos, sino la consecución de los objetivos previstos en la formación. Ya sea en formación para el empleo, en nuestros cursos propios o en las actividades formativas que organizamos para empresas nos encontramos que los principales motivos que llevan a las personas a formarse son:

• Crecimiento y desarrollo personal (provocar cambios)
• Adquirir nuevas competencias
• Mejorar su autoestima
• Promocionar social y/o profesionalmente
• Reciclarse o prepararse para una nueva oportunidad profesional
• Por espíritu competitivo
• Tener un ocio provechoso
• Conocer gente y establecer nuevas relaciones
• Conseguir títulos

Puesto que son tantos los motivos y tan diferentes como el número de personas a las que se les esté impartiendo el curso, es fundamental que el docente conozca cuáles son las razones que les ha llevado a los alumnos a inscribirse en la formación y adaptar la metodología y las técnicas de las dinámicas de grupo a sus motivaciones. Hay que tener en cuenta que los alumnos adultos pueden sentir ciertos temores en el aprendizaje (como tener dificultades, dudar de quedar a la altura de las circunstancias, perder el trabajo, no poseer capacidad de adaptación a los nuevos cambios…) que hay que saber trabajar y no menospreciar a la hora de gestionar el grupo.
Sabiendo esto ¿Qué podemos hacer como formadores para que los alumnos sigan motivados en nuestras formaciones? ¿Qué estrategias podemos poner en marcha para motivar a los alumnos?

1. En primer lugar, para hacer un buen uso de las estrategias motivadoras hay que conocer al alumnado, interesarse de forma sincera por él para poder trabajar de manera adecuada.
2. Dar al alumno la responsabilidad de su propio aprendizaje, conduciéndolo de forma racional y lógica hacia el aprendizaje autónomo.
3. Permitir el desarrollo personal del alumnado
4. Organizar de tal forma el aprendizaje que el alumno tenga posibilidades de éxito.
5. Hacer la materia de aprendizaje lo más atractiva posible, personalizándola, creando ejercicios autónomos, provocando dudas y reflexiones, con contenidos variados y útiles…
6. Reforzar los logros conseguidos
7. Crear un ambiente propicio y fomentar el espíritu de grupo
8. Hacer partícipes a los alumnos de la planificación y la evaluación

 La motivación es la fuerza intrínseca que se da en relación con alguna meta que el individuo quiere alcanzar. Es un estado subjetivo que mueve la conducta en una dirección concreta.

y… por supuesto trata con humor las clases y relaciónalas con su día a día y con la parte más práctica de los asuntos a tratar.
En definitiva, se trata de que el alumno confirme con la experiencia formativa aquello por lo que en un principio se inscribió en el curso y que mantenga la atención para poder cumplir los objetivos que se planteó al inicio.