Hace ya unos cuantos años que llego a mis manos el libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen R. Covey, pero hoy quiero recuperar las ideas principales de este libro para el blog. A día de hoy, después de casi 30 años de su publicación (fue editado por primera vez en 1989), sus ideas sencillas, pero claras y directas son un buen guión para conseguir ser más efectivos en lo que hacemos, o lo que es lo mismo, conseguir tener más éxito en aquello que nos proponemos. Evidentemente, las recetas mágicas no existen y cada uno tiene en sí la oportunidad de adecuar los 7 hábitos a su vida de una manera individual. Para los que no habéis leído el libro los 7 hábitos a los que hace referencia y desarrolla Covey en su obra son:

HÁBITO 1: SER PROACTIVO. No esperar que lleguen los trenes (como decía Emilio Duró). Construir las oportunidades y propiciar los cambios para que estas ocurran.

HÁBITO 2: COMENZAR CON UN FIN EN LA MENTE. Lo hemos dicho muchas veces en este blog, trabajar teniendo un objetivo ayuda a crear el camino, si ese objetivo además está en consonancia con  los valores que son inherentes a nosotros como personas nos ayudará sobremanera. La motivación de aquellos proyectos que tienen un fin siempre será mucho mayor que aquellas cosas que vamos haciendo marcha martillo y sin conocer el fin que proponen. Recuerda siempre que el objetivo debe ser individual, nadie puede poner el objetivo por ti.

HÁBITO 3: PONER PRIMERO LO PRIMERO. Canalizar nuestros esfuerzos en conseguir los objetivos prioritarios. Esto nos lleva a dos asuntos fundamentales. Primero, saber distinguir lo urgente de lo importante. A veces lo que nos urge no necesariamente es lo importante y ello hace que dejemos tareas que requieren de nuestro esfuerzo más primario pero que sin embargo se lo dedicamos a otras cosas aparentemente más urgentes. El segundo, lo cuenta Alice Schroeder en su libro The Snowball. Cuando se conocieron Bill Gates y Warren Buffet, el anfitrión de la casa en la que se encontraban les preguntó a ambos cuál había sido el factor más importante en el curso de su vida, ambos respondieron lo mismo: centrarse, o lo que es lo mismo, poner primero lo primero.

HÁBITO 4: PENSAR GANAR-GANAR. Algo que era impensable en las relaciones de negocios hace no demasiados años, se ha convertido en una de las máximas que a día de hoy se repiten más cuando hablamos de técnicas de venta o de atención al cliente. En resolución de conflictos se entiende que es una de las formas más eficaces con las que podemos trabajar y en nuestra vida diaria (tanto personal como profesional) es mucho más efectivo y gratificante trabajar sobre esta óptica.

ganar ganar

HÁBITO 5: BUSCAR PRIMERO ENTENDER, LUEGO SER ENTENDIDO. Dedica de manera constante tiempo y esfuerzo en formarte, en formar a tu equipo y en desarrollar todas tus potencialidades. Esto es un proceso que nunca acaba y entender que la evolución personal y profesional no acaba nunca, no es solo una estrategia para ser cada vez más eficaz, sino además un modo genial de no aburrirse jamás.

HÁBITO 6: SINERGIZAR. Muy relacionado con el hábito 4. Buscar alianzas y compañeros de viaje nos hace más productivos. Ya sabéis la ya consabida lógica de que 1+1 es mucho más que dos.

HÁBITO 7: AFILAR LA SIERRA. Para un momento, piensa cómo mejorar antes de seguir haciendo. Este hábito es el que hace que los otros sigan funcionando. La vorágine del día a día en muchas ocasiones nos hace que sigamos enrocados en procesos o esquemas que no nos ayudan. Es por ello que cada cierto tiempo es necesario parar y ver si nuestra sierra necesita ser afilada.

Evidentemente, el libro trabaja estos aspectos de manera muy extensa y esto sólo pretende ser un mero acicate para que te acerques a esta obra que realmente ayuda a crear unas dinámicas muy positivas con respecto a la productividad, tanto en las personas como en las organizaciones.