Cuando hablo con una persona que empieza a dar sus primeros pasos en construir una idea y comentamos la necesidad de hacer un plan de negocio, es habitual que normalmente surja esta pregunta, ¿es necesaria realmente tanta historia? Siempre pongo el mismo ejemplo. No se nos ocurre ir a un lugar determinado (OBJETIVO), sin saber:

dónde está (estudio de mercado), la ruta que hay que seguir (plan de viabilidad), si tengo el dinero para comprar el billete de bus, avión o tren (recursos financieros) o el coche para llegar al destino (obtención de recursos), si me va a gustar mi destino (DAFO), si voy a ir sólo o acompañado (recursos humanos), si cuando llegue a mi destino voy a tener algo que hacer y podré estar el tiempo necesario para hacer todo lo que quiero (plan de establecimiento)… y así un montón de ejemplos más de los que podríamos hablar.

Pues si hay un viaje importante en la vida del emprendedor, no es otro que su viaje hacia el éxito, hacia el desarrollo de SU IDEA y es por ello, que se emprendedores almeriahace necesario marcarse una ruta, una guía con la que seguir el camino y no perderse en él.

Sin embargo, cuando se confeccionan los planes de negocio suele haber una serie de errores comunes que habría que evitar para que el plan de empresa sea una herramienta sobre la que trabajar y no un documento para guardar en un cajón y sólo utilizar cuando hay que presentar una subvención (aunque para esto, también es interesante). Estos son los errores más habituales:
1. Empezar por la financiación: “Si no tengo ni dinero para que me voy a calentar tanto la cabeza”. Pues, porque lo primero que hay que analizar es la viabilidad de una idea, si estás capacitado para llevarla a cabo, si tu idea aporta valor diferencial a lo que hay en el mercado, si cubre realmente una necesidad, si ya hay alguien que hace lo que yo hago, si seré capaz de hacerlo yo solo o necesito compañeros de viaje… Si tenemos todo esto (y algunas cosas más) haremos la búsqueda de los recursos materiales y financieros, entonces. En un próximo post haremos un zoom sobre este aspecto.
2. No definir bien la idea: “yo quiero montar un restaurante diferente”. Hay que concretar al máximo nuestro objetivo, saber qué queremos hacer e ir detallando lo mejor posible todos los aspectos que podamos. Si no lo podemos escribir, no lo vamos a poder hacer.
3. No adaptarse a la realidad: “no quiero cambiar mi idea”. A veces, la realidad y el estudio de la situación, nos dicen que debemos coger vías alternativas para llegar a nuestro destino. Si cuando estudiamos un proyecto, vemos que no es viable, no nos empecinemos en ir por el mismo camino. Normalmente un plan de negocio sirve para redimensionar la idea.
4. No incluir el plan de comunicación: “mi producto es tan bueno que generará demanda”. A veces ha sucedido, pero no es frecuente, a menos que dispongas de apabullantes recursos para destinar a marketing y publicidad. Dedica tiempo al estudio de mercado, en la mayoría de los casos es mucho más rentable escuchar a los clientes que pretender que los clientes te escuche a ti.
5. No incluir el sueldo propio y abaratar el producto: “para arrancar siempre hay que competir en precio”. Afortunadamente, los clientes no sólo buscan precio, ya que si esto fuera así, no habría apenas espacio para los emprendedores, ya que las grandes empresas normalmente van a superarnos en este factor. Son muchas las horas de trabajo que vas a dedicar a tu proyecto, así que por más motivado que estés necesitas incluir en tu plan cómo vas a mantenerte durante todo este proceso.
6. No enseñar el plan de negocio a nadie: “hasta que no esté acabado el proyecto, no quiero mostrarlo. Me pueden robar la idea”. Compartir el plan de empresa, nos sirve para tener otra visión de la situación, para poder abordar puntos de vista diferentes. Cuando estamos dentro del bosque sólo apreciamos los árboles en su individualidad y viene muy bien que alguien nos haga una foto del bosque desde fuera para poder verlo de manera adecuada. Toma las ideas que vienen de fuera, reflexiónalas y decide qué parte de estas pueden servirte para mejorar tu idea.plan de empresa almeria
7. Trabajarlo como un trámite: “hago esto porque me lo piden para solicitar una ayuda”. Un plan de negocio debe ser algo que nos acompañe y nos sirva de guía de trabajo a lo largo de mucho tiempo. Si lo hacemos como un documento burocrático más, no nos va a servir para nada. A un plan de empresa hay que dedicarle tiempo, medios y recursos para que sea la base sobre la que sustentar nuestras acciones en el futuro.
8. No ser realista: “no hay otra idea como la mía”. Aunque esto fuera verdad, infórmate, viaje, escucha, analiza la competencia, estudia cómo comunicar tu idea, investiga a tu cliente y escúchalo siempre.
9. Estancarse en un problema. “esto no tiene solución”. Siempre hay más de una solución a un problema. Busca las diferentes opciones que hay, y si no encontraras ninguna viable, prueba como puedes asumirla, integrarla y que aún así, el proyecto continúe con su camino.
10. Eternizar el plan. “aún me quedan muchos aspectos sin trabajar”. El plan de negocio es una herramienta, no el fin en sí mismo. Empieza en cuanto puedas a trabajar, te servirá para testear tu proyecto y ver qué cosas fallan. Lo más importante en tus primeros trabajos no es el dinero, sino escuchar a tus clientes. Explica qué haces y cómo lo haces, si no puedes competir en precio, compite en cercanía y calidad.

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